noviembre 17, 2008

Desconocida arribada

Un hombre camina por la ciudad, ve personas que también caminan. Nadie se mira. Todos van donde mismo, esperan la luz verde para cruzar calles. Siguen su camino sin saber cuánto falta, pero todos saben que llegarán. Quizás pronto, quizás más tarde. De cualquier modo, van al mismo lugar. Después de unos años transitando, luego de dejar atrás calles, pasajes, cafés, restaurantes, tiendas, casas, edificios, autos, buses y personas, sin darse cuenta que todos iban donde mismo, llegaron.
Todos mirándose las caras, intentan conocerse, pero ya no lo lograron durante años caminando juntos, ciegos todos de quién iba a su lado. Piensan sobre la situación ¿para qué? Para nada.
Problema es que ahora están sin aliento. Hay espejos alrededor, no obstante nadie se refleja. Los espejos se encuentran vacíos, igual que los que buscan en él alguna respuesta.
¿Qué mierda pasó? Nadie sabe cómo llegó, mucho menos por qué. Alcanzaron la meta, sin darse cuenta de lo que sucedió hasta acá.
Ya ninguno respira, ya ninguno se mira.