sin manos caminamos por una calle recta y plana, avanzamos sin saber dónde ni porqué. Con nuestras no-manos armamos figuras sin forma alguna; la calle eterna. Desconocemos los metros de ese rumbo, quizás kilómetros ¿Qué da? Nadie entrega, no pueden hacerlo, porque sólo son sus productos, hecho por productores anónimos que dejan de ser de ellos, porque hay usurpadores que no dicen nada, para qué decir si no tienen lenguas, éstas también robadas por ellos; aquéllos. Ladrones de mierda que escupen y vomitan las caras de los personajes desdichados que no sabiendo qué hacer, hacen. Nada y nadie se encuentran. Para qué mierda siguen caminando si todos sabemos donde van a terminar; usurpados. Solamente, solos. Vendieron sus manos para juntar dinero innecesario que de nada le es útil, porque sin manos nada pudieron hacer cuando se encontraron con ese ahorro vital.
Malgastaron, supuestamente esperando poder hacerlo de buena manera, lo gastaron todo. Ahora sin dedos con los que pudiesen usar los billetes que tienen en la cuenta; sin mentes, ya destruídas por todos. Con el cerebro sucio y enajenado, con ideas que son las mismas que tienen los demás, con objetivos que ya pasaron de moda, y con una moda cambiante que hace que todo pase nuevamente de moda. Nada sabemos, nadie lo espera y nadie quiere demostrar que realmente lo sabe.