diciembre 10, 2008

Penúltimo suspiro.

Tirito.
Me exalto, no veo, sólo negro a mi alrededor. ¿Respiro? Seguramente. Presiento que salto, no escucho paso alguno, pero supongo que me muevo. Al menos creo hacerlo.
Convinación de colores. Sensaciones y delirio. Viejas, viejos, niñas, niños, jóvenes y adultos pasean por mi mente. Un zoológico humano camina por mi. Los miro, como quien mira a las mariposas volar. Los veo en su andar. Me vuelvo a exaltar, ahora sí, estoy saltando, voy corriendo. Observándolos voy.
Me dirijo hacia ellos, como quien concentradamente escucha esa estupenda mosca que no te deja dormir y da vueltas y vueltas alrededor. Sin preámbulos voy caminando, apuro mi paso, troto, estoy corriendo. Los persigo, los atrapo, los tengo.
Pistola en mano. No voy a partir, voy a destruir, voy a disparar, me voy a matar.