diciembre 03, 2008

¿Qué sueñas preciosa?

Sueño despierto, sueño durmiendo.
Ese mundo perfecto, ese mundo "feliz".
Ese lugar inigualable, ese lugar inimaginable.
Personas agradables, personas amables.


Como un gato, contento y alegre. Revolcándose entre lugares confusos, pero amables. Sin salida, no le importa, él camina. Con sus vigotes va sintiendo qué y quién lo rodea. Runrunea. En un ambiente lleno de colores, algunos se sobreponen frente a otros, forman nuevas texturas, nuevos sectores. Hermoso lugar donde se encuentra caminando este felino. Tan alegre como cariñoso. Amante del lugar descrito, lo quiere y a gritos lo manifiesta. Enamorado, se pasea por las piezas, por la casa, por las calles, por la urbe completa. Lleno de momentos felices va sintiendo, oliendo, viendo y queriendo. Con paso seguro, y no tanto, avanza. Buscando alegrías, topa con amores y avaricias. Se encuentra con una gata preciosa, se aman. Juntos son como una desenfrenada fiesta. Cansados, vuelven a sus refugios. Contento está. Bullicioso se nota ahora, alegre de sentir lo que siente y contento de estar con quien está.

¿Indescriptible? Muchas veces sí, otras no. Emborrachado de alegría, salta por una infinidad de lugares, sobre los techos de la ciudad. Sigue avanzando contento. ¡Miau! se escucha a la lejanía, recuerda gato, tienes siete vidas. ¡Vívelas! En alguna de ellas llegarás a estar aquí donde te volviste descriptible y perfecto.