junio 28, 2009

Qué, si finalmente terminamos en cajones individuales.

Porque las estupideces vuelan a nuestro alrededor, convierten a todo hermoso caminar en un absurdo.

Angustiante paso, moribunda persona. Tristeza plasmada en sus oscuros y mojados ojos, la lluvia indica el rumbo. Moja el paso. Amada y despreciada gota que moja el cabello, la frente, las cejas, mis ojos, las mejillas y culminan en un ¡splash! Al topar la boca y luego caer por el mentón hacia el sin-destino. Aquél camino, pisoteado, manoseado y sin ley, es el que nos atrapa. Sus enormes tentáculos que no nos dejan escapar, nos presionan hasta pensar en auto-aniquilarnos antes de morir por afixia. Firme una pistola en mi mano derecha apunta mi cabeza, la apoyo entre mis ojos y pienso en lo divertido que sería el mundo sin colores.