febrero 23, 2009

Carrera infinita

Avanza rápido. No hay vueltas ni titubeos. Consumo, compra, venta, pagos. Un solo rumbo, una vía. Tiembla. Agua y café. Saltos y gritos, desesperación. Adicciones. Colores, pinceles y pinturas. Pensamientos nauseabundos. Obstáculos. Luces rojas en el camino. Tira papeles para atrás. Deja compromisos al pasar. No hay camino. Lo va creando desde el comienzo. Apresura el paso. Saltos sin fronteras. No hay final. Inexistente límite.
¿Cuatro paredes? Sigo sin oir ruido alguno, sin poder oler esa fragancia, sin notar la caída de las hojas en otoño, sin apreciar el movimiento de la muchedumbre, sin lograr leer palabra, sin ir a lugar real, concurriendo a ningún sitio. Puedo soñar. También gritar y hablar. No hay respuestas...